hub de cine
historias para no contar
El ejemplo de la confusión de nuestros tiempos, slogan con menos sustento y falta de claridad, con muchas luces y varias sombras
Una muestra de los chispazos de luz y tambien sombras humanas que conviven en una casa y que muchos tratamos de esconder o hacer desaparecer desde la jerarquia religiosa.
Los Elegidos nos abre la puerta a las historias de los 12 aposteles y los primeros seguidores de Jesus, su relación, la parte humana, sus miedos y su evolución junto al mesías hacen de esta serie una joyita.
Vidas Pasadas nos retrata un reencuentro luego de 24 años de 2 coreanos, se separaron a los 12 años, cuando recién estaban conociendose y la protagonista emigra a América con su familia, por lo que la vida siguió su curso, con los sueños, tareas y deberes de la rutina diaria. El reencuento no es fácil, despierta sentimientos insospechados y siembra la incertidumbre.
Ghibli una vez nos asombra con una historia muy humana que se entrelaza con un mundo paralelo digno de Nolan en el Origen.
El gran aporte de la película es que pone sobre el tapete un tema difícil del que muchas mujeres prefieren no hablar. Y ese es el legado audiovisual para el debate público sobre los límites y los innegables riesgos de la maternidad.
Aunque la batalla está perdida, son los pequeños minutos de recuerdo, gratitud y memoria, así sean efímeros, los que salvan la situación, la vuelven manejable y dan suficiente templanza para continuar hasta el final.
La historia de Seita y Tetsuko —dos hermanos que sobreviven como pueden en las arrasadas calles de Kobe durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial— se muestra descarnada, cruda y sin ningún tipo de concesiones a la galería.